Ragna the Bloodedge.

~Personal~

Nombre: Ragna.

Apellidos: ¿Te interesa a caso?

Genero: Masculino.

Edad: Diecinueve años.

Raza: Vampiro.

Profesión o Curso: Cuarto año.

~Descripción~

Descripcion Fisica: El primer dato para resaltar sobre mi aspecto físico es la heterocromía que sufren mis ojos. Uno de ellos es rojo sangre, muy fuerte y el otro ya es un verde mas claro y suave, muy sensible a la luz. Mi cabello es largo, bastante y de color blanco con un aspecto alborotado, notándose así lo poco que cuido mi imagen externa, nadie se atreve a criticarla sin morir al acto. El color de mi piel es muy pálida, me falta mucha melanina en ella, cosa que hace un contraste extraño con mis ojos. Mi cuerpo posee una complexión fuerte, no con músculos muy marcados, pero se nota la gran fuerza que tengo simplemente con verme empuñar la gran espada que poseo.

Siempre me gusta utilizar prendas de color rojo y cosas hechas para la lucha. Por ello tengo un gran vestuario adaptado a la ducha con ropa reforzada con pequeña láminas de metal y atributos similares, claramente, no visibles a la vista de una persona, seré un forofo de la lucha y la sangre, pero tengo cierto grado de humanidad metido en el cuerpo.

Descripcion Psicologica: Sádico hasta decir basta. Me encanta la sangre y hacer sufrir a las personas. Nunca me muestro cariñoso con nadie, porque nadie se acerca a mi. Soy muy solitario, me gusta hacerlo todo yo solo y con mis propias manos, nunca preciso ayuda de nadie. Tengo cierta tendencia a repudiar a todas las personas que incordian, sobre todo si son chicas, los chicos no llegarían a contarlo en sus casas si se atreviesen a tocarme un poco la moral. Como bien dije antes, me encanta la sangre de cualquier manera, aparte de ser vampiro, la necesito. En un principio puedo infundir algo de miedo, mi mirada suele ser siempre intimidante y nunca sonrío, me podría describir como el típico chico frío y calculador.

~Otros~

Tendencia: Heterosexual.

Familia: Nadie.

Historia: ¿Quieres saber mi historia? seré breve. No sé ni cuando nací. Según lo que me habían contado, hasta cumplir mis diez años, era un chico normal. Perdí la memoria por un accidente y mis padres me abandonaron en cualquier sitio a mi suerte. Un viejo muy cascarrabias se tomó las grandes molestias de acogerme para poder aguantarme. El anciano era un antiguo guerrero, por decir ya, no era humano. Era de una raza... algo extraña, envejecía a la velocidad de una tortuga, pero al fin y al cabo envejecía. El me enseñó de aquella manera todo lo que sé ahora mismo. Desde los diez años comencé a ser entrenado por el viejo sufriendo unos duros castigos al no cumplir algún requisito puesto por este. Tantas veces se daba esta situación, que poco a poco dejé de sentir el dolor sobre mi piel, es más, sentía más el dolor ajeno cuando mi espada atravesaba el cuerpo de alguien, cosa que, me hacía hasta disfrutarlo. Mis años en las enseñanzas con ese viejo fueron pocos, hasta cinco. Una noche me cansé muchísimo de los castigos que me imponía, fustigado y muy cabreado, le di fin a su vida casi en un abrir y cerrar de ojos. Desde ese mismo día, comencé yo mismo a vivir la vida como debía ser, un lobo libre. ¿Qué más puedo contar..?

( Pereza de hacerla larga. )

Poderes:

- Sobrehumanidad. - Simplemente, tengo que resaltar que mi fuerza velocidad y aspectos similares eran mucho más elevados a una persona normal y corriente, por ello, soy capaz de portar YO solo mi espada.

- Fantasmagórico. - Utilizando mi habilidad especial, soy capaz de convertirme en un fantasma. Los ataques en este modo me atravesarían todos, sería transparente y no tendría piernas. ( Vamos, un típico fantasma. )

- Goro Goro - Por decirlo de algún modo, al activar esta habilidad, mi cuerpo cambia su forma y constitución. La apariencia externa sería siendo la misma, pero interiormente, mi cuerpo se convertía en electricidad ( convirtiéndome en un enchufe humano ) dejándome controlarla a la perfección, utilizarla para mi defensa y ataque y para deshacerme en mi elemento.

Imagen del Pj: (2 o 3)

Spoiler:

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